Un valor agregado

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BRADENTON, Florida.-Clint Hurdle es un hombre corpulento de 6 pies, 3 pulgadas y 200 libras de peso. El dominicano Yamaico Navarro mide 5-11 y tiene un físico marcado y en pleno desarrollo.
 
No se parecen en nada. Aun así, Navarro le recuerda a Hurdle sobre sí mismo. A aquel Hurdle que jugó 10 temporadas en Grandes Ligas y que su versatilidad, no sus números, definieron su valor.
 
«La versatilidad me mantuvo en Grandes Ligas por muchos años», dijo el timonel de los Piratas. «La habilidad para jugar las esquinas del infield, y las esquinas de los jardines – y además la receptoría».
 
Eso ya debería sonarle familiar a los actuales fanáticos de los Bucaneros — bueno, con excepción de la parte de la receptoría. Navarro, adquirido por Pittsburgh desde Kansas City en uno de esos movimientos de bajo perfil, ha sido el camaleón de los campos de entrenamiento de los Piratas.
 
El dominicano de 24 años de edad ha jugado la antesala, el shortstop, la segunda base, el jardín izquierdo y el derecho. El miércoles, Navarro arrancó en el jardín izquierdo. En contra de los Rays el jueves, integró el lineup titular en la intermedia.
 
Los Piratas han disputado 18 juegos, y Navarro ha visto acción en 17 de ellos. Está obteniendo un panorama bien amplio – no para ver si hará el equipo, lo cual hasta ahora parece un hecho, sino para ver cuántas posiciones puede jugar bien y en dónde encaja mejor.
 
«Jugar con tanta frecuencia me ha ayudado bastante», expresó Navarro. «Quiero jugar en Grandes Ligas; He trabajado duro para lograrlo y se me ha dado la oportunidad de demostrarlo».
 
«No sólo cuenta con esa versatilidad que estamos poniendo a prueba ahora, sino que creemos que puede desarrollar aún más sus habilidades», destacó Hurdle. «Estamos tratando de encontrarle el mejor lugar en el equipo. Sabemos que puede jugar en varias posiciones, pero parece encajar mucho mejor en la segunda base.
 
«Sabemos que puede jugar en la antesala, lo hemos visto. Y también ha jugado bien en los jardines cuando lo hemos colocado ahí».
 
En el pasado, peloteros como Navarro eran catalogados como tipos que podían jugar en todas las posiciones pero que no brillaban en ninguna. Ser conocido como un jugador sin posición era una desventaja. Ser versátil era una especie de maldición, no un atractivo.
 
Eso era antes de que las rotaciones de cinco hombres y las especialidades en el bullpen apretaran los rosters de 25. Hoy en día, los jugadores versátiles se encuentran entre los más buscados y con más valor. Peloteros como el dominicano Wilson Betemit, el venezolano Marco Scutaro, Mark DeRosa. Y ahora el quisqueyano Yamaico Navarro.
 
Navarro reconoce eso. Originalmente un shortstop, gradualmente se fue ajustando a otras posiciones.
 
«La segunda base es mi posición preferida», dijo Navarro. «He jugado más veces en los jardines aquí que nunca antes. Estoy contento por como me están saliendo las cosas».
 
«Tener versatilidad en la banca es siempre un extra», reconoció Hurdle. «Tener a un jugador que pueda hacer más que sólo darle un día libre a su compañero, alguien que puedes cambiar de posición estando ya en un partido, utilizarlo en un doble cambio. Hay más oportunidades de utilizarlo en diferentes lugares.
 
«Extiende tu lineup para las estrategias en la recta final de los partidos, ya sea en contra de pitchers zurdos o derechos».
 
¿Navarro puede hacer todo eso?
 
Ya lo ha hecho. Su desempeño esta primavera no es algo nuevo. En su breve carrera como ligamayorista, que consiste en 42 juegos, Navarro ya ha iniciado en la antesala, el campo corto, la segunda base y el jardín izquierdo.
 
Su participación de inicio el miércoles en contra de Boston fue en contra del club que lo firmó originalmente en el 2005, cuando era un jovencito de 17 años proveniente de la cuna de shortstops en la República Dominicana, San Pedro de Macorís.
 
Pasó partes de las últimas dos temporadas con los Medias Rojas, y concluyó el 2011 con los Reales, al pasar en un cambio antes de la fecha límite del 31 de julio por el campocorto Mike Aviles.
 
Cinco meses después, Navarro ya era un Pirata. Pertenecer a una tercera organización en tan corto tiempo parece haber generado cautela en Navarro. Se ha mostrado un poco reservado en el clubhouse, escuchando música en sus audífonos u observado video de los pitchers de la oposición o de su propio swing previo a los partidos.
 
«Haber sido canjeado [por segunda vez, a los Piratas] me sorprendió un poco», confesó Navarro. «Pero me puso en un equipo más joven. Estoy muy contento aquí».
 
Los Bucaneros también están contentos de tenerlo en sus filas.

Por Tom Singer

Las Mayores.com

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