«La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva». José Saramago
Los Tigres del Licey han ocupado el sótano desde 1951 a la fecha en 10 ocasiones, pero el de este año tiene sabor a Retama.
De la debacle azul se podrían sacar miles de argumentos, desde un pitcheo abridor que en 50 juegos apenas ganó 4 juegos, dos por Esmil Rogers que entró el 14 de diciembre; la utilización de 53 lanzadores con los cuales se hicieron 243 movimientos y un total de 86 jugadores donde nunca se repitió un line-up; amén de una serie de cambios que habría que explicar pero que en la lógica de la pelota no tienen respuestas, como el de Fautino de los Santos por un imaginario Julio Borbón.
No quiero tocar lo de Juan Francisco que en las últimas dos estaciones en la recta final ha estado fuera de juego, pero sería interesante que el doctor Abreu diera a conocer el parte médico de su lesión.
En las últimas cuatro campañas el récord de Licey es de 92 ganados y 107 perdidos, para .462 de porcentaje. Un desastre.
Ese registro amerita de un estudio para luego realizar una reingienería, de lo contrario «El Glorioso» comenzará la etapa de «El Mediocre».
Sobre el sorteo de jugadores criollos voy a reiterar lo que dije y escribí el año pasado: Es un solemne desatino. Usted se imagina a Boston cediéndole jugadores a los Yanquis, al Real Madrid a Barcelona o los Esquivadores a los Gigantes para que logren una corona.
La rivalidad es competencia y si bien el cierto que el béisbol es un negocio, el mismo tiene un alto índice de pasión, por lo tanto, no se puede jugar ni con el sentimiento del jugador, pero mucho menos del fanático.
John Ruskin, crítico y escritor británico define la hostilidad: «De la rivalidad no puede salir nada hermoso; y del orgullo, nada noble».
Gracias mil a los que con sus presentes nos han tenido presentes: Asociación La Nacional, Celso Marrinzini, Orlando Espinosa, Ángel Santana, Federico Felix, José Martí, Maeno Gómez Casanova y Santiago Rodríguez. Esta noche disfruten su cena navideña y mucho comedimiento.
Por Bienvenido Rojas