SAN JUAN, Puerto Rico (Endi.com).’Roberto Clemente se fue muy temprano de este mundo. El 31 de diciembre de 1972, a sus 38 años, falleció cuando el avión en el que viajaba rumbo a Nicaragua se estrelló poco después de despegar de San Juan.
Clemente viajaba rumbo al país centroamericano para llevar artículos de primera necesidad a los afectados por un devastador terremoto.
El legado de Clemente, legendario pelotero de los Piratas de Pittsburgh, ha quedado plasmado en una increíble cantidad de obras e instalaciones que llevan su nombre a través de todo el mundo.
Pero algo que destaca de su mítica historia es cómo el propio pelotero, en un par de ocasiones, presagió su propia muerte a temprana edad. En el 2002, su viuda Vera reveló que Clemente le dijo en par de ocasiones que él pensaba que moriría joven. Las declaraciones fueron realizadas en el documental SportsCentury de ESPN.
En una entrevista en julio de 1971, un reportero le preguntó a Clemente cuándo creía que iba a conseguir su hit 3,000.
“Bueno, uno nunca sabe. Si estoy vivo, como he dicho antes, uno nunca sabe porque Dios te dice el tiempo que estarás aquí. Así que uno no sabe lo que puede pasar mañana”, respondió Clemente.
El guardabosques conseguiría su imparable 3,000 el 30 de septiembre de 1972 en Pittsburgh, un doble contra Jon Matlack de los Mets de Nueva York. Sería su último hit de su carrera en la temporada regular. Un par de meses después, la muerte lo sorprendería.
Por Esteban Pagán Rivera