Por DiMaggio Abreu P
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SANTO DOMINGO (Licey.com).- “Todavía nos falta el paso más importante, el de coronarnos campeón”, esbozó el gerente general de los Tigres del Licey, al hacer un repaso de lo que ha sido una tortuosa, en parte, temporada de béisbol invernal y que ha tenido sus más claras luces en el Round Robin, en el que se clasificó primero para la final.
Junior Noboa recordó así el compromiso que asumió ante la organización azul, que era obtener una segunda corona seguida, algo que se le ha negado a los felinos desde hace 32 años, cuando ganó tres seguidos entre 1982-83 y 1984-85.
“Eso fue lo que dijimos en la rueda de prensa (antes del inicio de temporada), el compromiso que teníamos con esta organización y con la fanaticada”, dijo Noboa a Tommy Troncoso para Licey TV.
“Gracias a Dios” –continuó- “que vamos por buen camino, todavía nos falta el paso más importante que es coronarnos campeón y vamos a trabajar duro, vamos a hacer lo humanamente posible para lograr esa corona”.
Elogió las cualidades de guerrero, competidor y que sabe venir de abajo, que acompaña a este grupo que conforman los Tigres. Lo dijo en relación al cambio para bien que tuvo el pitcheo abridor, que en la recta final de la ronda regular tuvo pobres registros, pero en el Round Robin, la mayoría cubrió al menos cinco entradas por salida
También porque en la ronda regular tuvo problemas para ganarles a las Águilas, pero en la etapa semifinal le ganó cuatro de los seis, incluidos los finales tres y le surgió de un déficit 0-4 carreras en el último.
“Este equipo tiene esa cualidad, la de que sabe jugar, de que es guerrero, es competidor, que puede venir de abajo. Por eso hoy estamos aquí”, acotó.
Señaló que a pesar de que mucha gente habló de que no tenían chance de clasificar en la vuelta regular, por un primer mes traumático y pese a las críticas al dirigente Luis Urueta, siempre confió en el grupo.
“Siempre he tenido fe en esos muchachos, siempre la voy a tener y tengo una fe grandísima de que vamos a ser campeones de nuevo”, confió.
Explicó que a pesar de todas las malas rachas que ha tenido el conjunto, unas veces con el relevo, otras con los abridores, la defensa o la falta de bateo oportuno, siempre confió en que se iba a salir de eso y fue la razón por la que mantuvo al mismo staff y al dirigente, porque el equipo se mantuvo con la cabeza en alto y siempre hubo un buen ambiente en el club house.
“Es un equipo guerrero, competidor, que sabe venir de abajo y ganar los juegos más importantes: esos son los equipos, que por lo regular, en el béisbol siempre están disputando un campeonato”, jerarquizó el gerente general de los Tigres del Licey.