SANTO DOMINGO (Licey.com).- Christian Marrero solo buscaba hacer contacto y poner la bola en juego, pero le disparó el cuadrangular con las bases llenas en la décimo tercera entrada para decidir la victoria 6-3 que los Tigres del Licey obtuvieron el miércoles ante los Gigantes del Cibao, en el estadio Julián Javier de San Francisco de Macorís.
“Me salió el cuadrangular, gracias a Dios, pero eso no era la que estaba buscando. Nada mas estaba tratando de hacer el trabajo, hacer contacto y poner la bola en juego”, comentó Marrero en entrevista para Licey.com, antes de partir el jueves a Santiago, a enfrentar a las Aguilas Cibaeñas en el tercer partido del round robin del béisbol invernal dominicano 2011-12.
Marrero, quien disparó varios fouls antes del swing de cuadrangular por el bosque derecho contra Julio de Paula, indicó que disparó un cuadrangular a una recta del lanzador del conjunto vino tinto.
El importado de origen cubano restó importancia a la decisión de los demás conjuntos en el round robin, de poner un lanzador zurdo contra el Licey en la mayoría de los partidos, como es el caso de las Águilas para el jueves en Santiago y el viernes en la Capital.
“En el equipo todo el mundo puede hacer el trabajo y no importa que sea un lanzador zurdo o derecho, el equipo va a seguir bateando; si ponen un zurdo vamos a tener que hacer el trabajo y vamos a seguir para adelante y tratar de ganar el juego de cualquier forma”, sustentó.
Como defensor de la primera base, que ha sido su principal rol en la última etapa con los Tigres, dijo sentirse cómodo, igual que en los jardines, porque ha jugado mucho la inicial.
Se le cuestionó sobre el hecho de que por mucho tiempo se estancó en tres carreras producidas y solo al final de la ronda regular logró otras tantas, para terminar con seis y de repente remolcó cuatro con su jonrón del miércoles, en la segunda fecha del round robin, para poner a los Tigres con marca de 1-1.
“En la temporada regular hubo muchas cosas que pasaron y no estaba al cien por ciento, pero ahora sí lo estoy, voy a salir adelante y ayudar al equipo en cualquier cosa que pueda”, dijo.
A la fanaticada liceísta, que está inquieta por la baja producción colectiva del conjunto, pidió que no se preocupe, “porque vamos a seguir adelante, vamos estar “reade” y hacer todo lo posible para ganar todo”.
En la ronda regular, Marrero promedió en bateo .250, por producir 17 indiscutibles en 68 turnos oficiales. No disparó dobles, dos triples y un cuadrangular, recibió siete bases por bolas, 14 ponches, anotó ocho carreras e impulsó seis.
Su promedio de embasarse (OBP) fue .320; su total de 24 bases alcanzadas les les proporcionaron un sloguing de .353, para un OPS .673.