CARACAS, Venezuela (ESPNdeportes.com).-La lluvia que pintó de gris el mediodía caraqueño parecía una amenaza contra el Juego de Estrellas entre las ligas de República Dominicana y Venezuela. Terminó siendo, en cambio, el triste aviso de que no habría fiesta para los aficionados que llenaron dos terceras partes del estadio Universitario.
La fiesta, con estruendo de merengue, ocurrió en el avión de regreso a Quisqueya.
El tercer clásico binacional entre ambos países terminó con un resultado muy diferente a las primeras dos ediciones, que fueron ganadas por los suramericanos con pizarras de 4 carreras por 3, en 2008, y 4 por 0, en 2011.
Un ataque de 14 hits y la labor combinada de 10 relevistas, que aislaron dos hits en ocho innings en blanco, restituyó el honor de los antillanos, maltrecho por las dos experiencias anteriores.
«No hay mayor orgullo que ganar este encuentro, después de haber perdido los dos pasados», exclamó Alberto Castillo, que dirigió el primer duelo de su carrera, obligado por una enfermedad repentina que sufrió el manager Félix Fermín, piloto de las Águilas Cibaeñas.
Se vendieron 12.163 boletos en el parque capitalino y sobraron los aplausos para Omar Vizquel y Bobby Abreu. El primero fue homenajeado a propósito de su retiro del beisbol activo y el segundo aprovechó para hablar de su inminente reestreno en la pelota invernal, una cita que concretará este jueves.
«Espero que mi primer juego sea como rightfielder, que es la posición que más he defendido en mi carrera», señaló Abreu antes de recibirle a Vizquel el pitcheo ceremonial. «Todavía no he hablado con el manager (Frank Kremblas, dirigente de los Leones del Caracas), pero así espero que sea. Luego vendrá la posibilidad de alternarme entre los jardines y el designado».
Abreu fue sólo una de las grandes figuras que, a pesar de haberse reportado a sus equipos en el circuito caribeño, no estuvieron en la cueva venezolana.
Pablo Sandoval, Elvis Andrus, Francisco Rodríguez, Brayan Villarreal, Carlos Zambrano, Gerardo Parra, Alcides Escobar, Salvador Pérez, Héctor Sánchez, Grégor Blanco y Ramón Hernández, además de Abreu y otros más, aparecen en los rosters de esta semana en la LVBP, pero no participaron en la votación popular para elegir al equipo de Venezuela, que se llevó a cabo el mes pasado.
A Buddy Bailey, que llevó las riendas de los anfitriones, no le molestó eso. Su disgusto al finalizar el partido tuvo más relación con la ausencia de jugadores convocados, como el pitcher abridor designado por él, Wilfredo Boscán, y el torpedero Freddy Galvis, así como con la marcha temprana de aquellos peloteros que fue sustituyendo durante la cita.
«Tuve que usar jugadores fuera de posición», se quejó Bailey, timonel de los Tigres de Aragua. «Tengo 11 años en esta liga y fue embarazoso para mí y mis coaches, mirar al dugout y ver que no teníamos jugadores allí. Deberían mostrar más orgullo en estos partidos».
Todo era sonrisas horas antes, cuando las nubes se hacían a un lado y Vizquel, como centro de atención, enumeraba los planes que tiene para llenar el tiempo libre: hacer bicicleta montañera, torear un novillo, saltar el paracaídas, asistir a las tres carreras de la Triple Corona del hipismo estadounidense y manejar un automóvil de Fórmula 1.
«Muchas de esas son cosas no había podido hacer, por los peligros de una lesión», apuntó el nueve veces ganador del Guante de Oro.
Castillo, que escuchó la retahíla de Bailey en la sala de prensa del Universitario, aseguró que sus dirigidos tomaron muy en serio el desafío, a pesar de que apenas entraron al terreno comenzaron a jugar en un corrillo, arrojándose unos a otros una pelota con la mano enguantada.
El buen humor de los dominicanos se mantendría hasta el último out, con sobradas razones.
«Como dirigente, te toca preparar a los muchachos y lo hicimos», declaró Castillo. «Hablamos de jugar duro. Quedarse en el dugout, para que hicieran el apoyo. Y se quedaron. El año pasado perdimos un tremendo partido».
Frank Peña descargó un vuelacercas con uno a bordo en el segundo acto, contra Víctor Moreno, y le dio a los suyos una ventaja de 3 por 2 que ya no perderían. El receptor, que terminó defendiendo la inicial, fue elegido Jugador Más Valioso de la contienda.
«Es la primera vez que soy MVP», sonrió Peña, luego de celebrar con sus compañeros en el centro del cuadro, entre banderas dominicanas. «Es un gran orgullo, porque lo hice representando a mi país».
Movimiento de carreras
Primer inning, Dominicana: Elián Herrera la draga por el short y Ricardo Nanita lo mueve a la antesala con un sencillo. Hanley Ramírez empuja la primera carrera del juego con elevado de sacrificio.
Primer inning, Venezuela: Ezequiel Carrera y José Altuve golpean dobles consecutivos, aunque Altuve ayudado por las luces del Universitario, que encandilaron a Nanita y le impidieron tomar el elevado. Moisés Sierra dejó caer un fly de Ernesto Mejía, para poner hombres en segunda y tercera. Un rondado de Carlos Rivero empujó la segunda y última de Venezuela.
Segundo inning, Dominicana: Luis Avilán da boleto a Erick Almonte y Frank Peña recibe a Víctor Moreno con un cuadrangular.
Por Ignacio Serrano