Junte boricua-dominicano

 

El béisbol como deporte tiene en muchos pueblos del hemisferio americano una muy fuerte presencia como vehículo de unión, confraternidad y educación.  No es meramente un juego de bolas, bates y estadísticas.

Recién termina la temporada del béisbol de Grandes Ligas en tierras de los Estados Unidos de Norteamérica (USA)  y Canadá.  Un equipo con la presencia y protagonismo de un jugador puertorriqueño de nombre Yadier Molina y varios dominicanos como Alberto Pujols, Octavio Dotel y Rafael Furcal se proclama campeón del prestigioso torneo.

Este puertorriqueño y los dominicanos van todos los años a trabajar al norte de nuestro hemisferio y con el sudor de su frente, sobre tierra, bajo el sol o la luna, con zapatos especiales y ropa o vestimenta de trabajo llamada uniforme no dejan de realizar su faena o jornada.  Dan lo mejor de sí apretando sobre su pecho la indiscutible frase “El trabajo Dignifica”.  El trabajo no se riñe con el disfrute del mismo.

El trabajo cuando más se disfruta es cuando se hace con vocación, alegría y para servir a otros.

De esa unión centroamericana el joven puertorriqueño, Yadier Molina decide realizar en el Parque Tomas Palmares del pueblo de Dorado una actividad a beneficio del  Hogar  Mis Primeros Pasos para ayuda de niños  como obra benéfica.

Aquí empieza a tejerse el camino de la nobleza sobre el camino de la vanidad y egocentrismo.  Este joven, menor de una trilogía de trabajadores del béisbol que incluye a sus hermanos Cheo y Bengie  y que pudiendo tomar unas vacaciones en cualquier lugar del mundo  sin preocupación de cómo pagar la cuenta, prefieren unir esfuerzos con compañeros jugadores de la hermana República Dominicana y regalarles al pueblo que los vio nacer una actividad para recoger fondos y ayudar a muchos, muchos niños.


Las actividades se planifican pero la  importancia  de quien las dirige y los recursos humanos disponibles son el corazón de cualquier iniciativa. Sin buena dirección no hay buenos resultados.

En el primer día de la actividad se celebran Competencia de Cuadrangulares o Home Run Derby.  En el vocabulario de nuestros niños se refiere al que lleve la bola más lejos o la pase por encima de la verja. 

Desde tempranas horas de la tarde comenzó a llegar gente al parque y voluntarios trabajaban como hormiguitas para que todo quedara preparado.  Cuando llego el líder de la actividad el recién escogido cuarto “Guante de Oro” del béisbol de Grandes Ligas,   Yadier Molina, no descanso un momento.  Con seriedad, sin dejar de ser amable escuchaba y daba instrucciones de lo que él quería  se hiciera.

Dio la hora de comenzar las actividades y con un parque repleto de niños, abuelas, abuelos y padres se tiraron al terreno dos equipos a jugar un juego de cinco entradas en el deporte hermano del “softball”.

Los ya conocidos “Sunchine All Star”  compuesto por  artistas, hijos de artistas y amigos que tan queridos son en  nuestro país y que semana tras semana  se transforman en jugadores y ofrecen su ‘des talento’, perdón talento,  a estas causas nobles  para deleite de todos. Se enfrentaron a miembros del equipo femenino de béisbol superior de Puerto Rico.

Por los artistas jugaron un lanzador con una sola mano pero sin limitación mental, gordos, flacos, feos, lindos pero con sus mejores interpretaciones en el escenario de hacer reír y disfrutar a su respetado público.  ¡Qué grande son nuestros artistas!


Luego comenzó lo que todos esperaban: el certamen de quien daba más cuadrangulares.  En las gradas parecía una pasarela de camisas y gorras de los recientes campeones mundiales Cardenales de San Luis.  La mayoría decían “Pujols”, me dije “qué bueno” eso contrasta con la repudiante acción del discrimen solapado que en ocasiones gente malintencionada quiere sembrar entre el pueblo dominicano y el puertorriqueño.


Para sorpresa de todos los presentes el maestro de ceremonia, Normando Valentín, hoy reconocido periodista de radio y televisión y con base de comentarista radial con sus amados montañeses de Utuado del béisbol doble “A” llamó al alcalde de Dorado Carlos López  a que tomara cinco turnos al bate.

Sabemos que el alcalde jugo béisbol doble “A” con los Titanes de Florida hace como 150 libras menos y que fue buen pelotero porque le vimos jugar.  El alcalde puso cara de sorpresa y aceptó el reto para luego dejar ver que su expresión  fue un gesto engañoso a los presentes.

Tan pronto fue a consumir su primer  turno saco un guante de batear de su bolsillo y a lo Pujols o Molina se preparo a batear.  Un fanático gritó desde las gradas “Alcalde no se ponche”.  El primer batazo llego hasta unos pies antes de la cerca y la sonrisa del alcalde parecía la de la famosa obra de la pintura de Leonardo Da Vinci, “La Mona Lisa”.


Los peloteros de verdad comenzaron a tomar sus turnos.  Fue Cheo Molina el que comenzó a presionar al resto de los participantes cuando pegó siete (7) bambinazos en la primera ronda.  Bautista, Encarnación, Furcal, Dotel, Pujols  dominicanos que se unieron al  festival  junto a los otros dos Molina, Yadier  y Bengie,   parecían niños disfrutando en la tarima de talento que deleitaba al público presente.

Pero se notaba que el gusano de la competencia que invade y acompaña a un atleta de alto rendimiento se apodero de todos incluyendo a los artistas Wisin y Yandel que participaron en el concurso.  Wisin de hecho dio un cuadrangular como bateador izquierdo.

Hubo bolas de sótfbol que salieron como si fueran cañonazos sobre la verja interior  y otras sobrevolaron la exterior. Algunas se perdieron en la noche ante la mirada y disfrute de un parque repleto a vuelta redonda.


Al final como si fuera un libreto escrito para terminar una novela y luego de varias rondas de bateo llegaron dos participantes a la final de la noche.  Alberto Pujols quien conecto diez y seis [16] cuadrangulares en una de esas rondas de participación y Yadier Molina su compañero de equipo de  Grandes Ligas que se quieren y se respetan pero que querían dar  lo mejor de sí para el disfrute de los presentes y para su orgullo personal.


En la primera ronda terminaron empates con siete (7) cuadrangulares cada uno.  Normando Valentín, maestro de ceremonia  anuncio por el sistema de sonido que todo se decidiría con un turno adicional. En varias ocasiones paso lo mismo. Uno la sacaba del parque y el otro también.

Uno fallaba y el otro también.  El cansancio no llegaba.  Le tocó a Yadier y se paró a lo izquierdo, posición que no es su natural y la sacó del parque.  Aquello se quería caer.  Apareció el mejor jugador de las Grandes Ligas en los últimos diez (10) años y uno grito “que batee a lo izquierdo también”.

Pujols aceptó batear a lo derecho que es su posición natural, pero indicó que lo haría  para la zona derecha como lo había hecho su amigo y hermano Yadier.  Bateó un palote y la  sacó del parque pero la bola salió de “foul”.  Así se proclamo campeón el ejemplo que es el menor de los Molina.  Que como dijera su hermano Cheo  “nuestro padre y madre nos enseñaron desde pequeños a ser humildes,  respetar y ayudar a otros”.


Al día siguiente siguió el banquete con juegos durante todo el día y la casa llena de gente respaldando la actividad. Los jugadores dieron autógrafos a chicos y grandes. En horas de la tarde dijo presente el gran jugador dominicano David Ortiz para demostrar su compromiso con estas actividades al igual que lo había hecho la noche anterior el puertorriqueño Carlos Delgado. Pero lo que le robó el corazón a todos fue cuando el padre de Alberto Pujols lanzó por el equipo dominicano y demostró  su calidad y de dónde vienen los genes de su hijo.


Cuando salí del parque en camino a mi hogar, sobre el río que baña la Riviera del pueblo de Dorado vi sobre el agua una imagen escrita que leía “Pujols, Molina”.  Entendí el mensaje que parecía en francés y lo traduje al español.  Quería decir “Empuja Molino”, que con el viento a favor muchas cosas buenas podemos hacer en la unión del pueblo dominicano y puertorriqueño por los más necesitados.

Por Luis Rivera Toledo

Especial Elnuevodia.com

 

 

 

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