Esquinita MGM: Por qué perdió el Licey?
Lo primero es que el Licey no perdió por el famoso juego Águilas-Toros que motivó mi columna anterior. Digo esto porque, lo voy a decir, aunque fue una vagabundería, pura y simplemente, ese juego no debió haber sido importante. Perdió de nuevo el Licey, y ya van cuatro años al hilo sin ningún brillo.
Observemos las últimas seis temporadas: en el 2007, el del centenario, no pudimos ganar el campeonato (un flaicito cayò entre 20 grandes ligas) aunque fuimos campeones del Caribe EN SANTIAGO gracias a la ausencia de Puerto Rico; en el 2008 ganamos el campeonato pero hicimos un papel feísimo en México durante la Serie del Caribe; Boruga dijo que no había mujeres feas sino “poco ron”. Parece que el ron y el tequila sobraron allá. En el 2009, 2010, 2011 y ahora 2012 no pudimos llegar a la Serie Final y en uno que otro caso ni siquiera al Round Robin.
Recojo el tercer párrafo del artículo de Rolando Guante en El Nacional del día de hoy, miércoles 26 de diciembre 2012. Cito:
“La primera parte (Rolando hablaba de la temporada) sirvió para mostrar a un Licey que sigue como barco a la deriva, sin líder en el terreno, tampoco fuera de él, y que aspira ganar campeonatos contando con las cinco letras y una tradición ganadora que de pronto se está yendo al polo opuesto.”
Un año malo lo tiene cualquier empresa, pero seis consecutivos con los últimos cuatro no solo malos sino desastrosos? Y qué hacen las empresas cuando el perder pasa de coyuntural a estructural? Simplemente hacen reingeniería, se miran a sí mismas hacia adentro, hacen cambios, sobre todo de estrategia, contratan consultores para que vean el bosque desde afuera en lugar de ver solo algunos árboles. Nunca olvidar esto: “Los árboles no dejan ver el bosque”. Salgase del bosque si quiere verlo.
Le tengo mucho afecto y aprecio a la nueva generación de dirigentes que se ha hecho cargo del Licey, de todos los cuales siempre he recibido un trato cariñoso y cargado de respeto, los cuales aspiro a conservar, pero en mi empresa reclamo de los gerentes y vicepresidentes que cuando vean algo que yo no veo o cuando haga un planteamiento equivocado me lo hagan saber. Esa debe ser su manera de ayudar.
Así quiero yo ayudar.
Creo que es necesario hacer ajustes. No veo por cual razón en todas las directivas siempre están las mismas personas, en diferentes posiciones pero las mismas personas. Por qué cada año hay que buscarle una posición a cada uno? Acaso todos “agregan valor”? Con esos seis años consecutivos a los que me he referido hay algo que no está funcionando. Honestamente creo que es necesario sacrificar una, dos o hasta tres posiciones tradicionales e inyectar sangre nueva, sangre con olfato, sangre de beisbol, personas que se hayan deslizado cientos de veces en las bases y que hayan continuado ligadas al beisbol. Inclusive, les pagaría por su trabajo y por su experiencia, algo que están haciendo las empresas modernas siguiendo las mejores prácticas de “buen gobierno corporativo”. Esas buenas o mejores prácticas evalúan a los directivos, caso por caso, uno por uno: asistencia a reuniones, horas dedicadas, cantidad de recomendaciones, cantidad de aciertos, etc. Y entonces? Yo soy fulano, no hago nà pero soy directivo.
Junior Noboa, Cabeza Fernández, es una lástima que dejáramos que Manuel Mota se alejara, César Gerónimo, en fin. Quienes son los principales dirigentes de las Águilas y el Escogido? Chilote Llenas y Moisés Alou. Anjá, y entonces?
Que conste. No estoy buscando posiciones para mí. Ya mi edad no me permite tener más v…. encima. Pero de que debemos remenearnos, debemos remenearnos. EL LICEY ES UN EQUIPO NACIONAL. Propiedad de muchos, de todo un pueblo.
Creo que a Fernando Ravelo debemos agradecerle sus buenos años, su dedicación y su entrega, y creo que no debemos alejarlo ni dejar que se aleje, pero es necesario hacer reingeniería. Fernando se ha fajado, ha trabajado y ha sufrido. También su bella familia. Es más, me atrevo a decir que todos ellos deben estar cansados. Fernando podría continuar desempeñando una posición de importancia en la propia directiva.
Me voy a atrever a decir esto otro.
Otra cosa. Debemos cuidar la disciplina en el dugout sin llegar al extremo de implantar una dictadura o un régimen terrorista. Al que rompa las reglas del equipo y sea un mal ejemplo para los demás debemos cortarlo y NO BUSCARLO MÁS, sino dejar que él busque al equipo, si acaso lo hace, y ponerle reglas bien claras, con documentos firmados y todo. Se ha preguntado alguien si los actos de Valdespín, Yamaico Navarro y el propio Vladimir Guerrero, ellos se atreverían a hacerlos en las Grandes Ligas? El respeto y la disciplina no deben tomar vacaciones. Aunque puedfo subir gratis al palco del Licey, mi empresa paga 5 abonos para empleados, y yo pago dos. Y por què tenemos que aguantar eso?
Me siento muy satisfecho de mi quehacer profesional porque siempre me he atrevido a “hacer cosas” que no existían y a romper paradigmas. No las voy a enumerar pues la mayoría es de carácter técnico y este es un site de beisbol. Algo a lo que me atrevì fue a crear y manejar, YO SOLO DURANTE VARIOS AÑOS, a Licey.com.
Aquí les va la bomba:
El Licey es un “Club Atlético”, es decir que es de todos y no es de nadie. Como el Country, Naco, Arroyo Hondo… Yo tengo en Licey una acción, igual que todos los demás socios. Pero YA LA PELOTA ES UN NEGOCIO. Todos los demás equipos son CxA. Que conste, no quiero ganar dinero con el Licey. Para què ganar RD$ a mi edad si en el cielo no aceptan cheques y el dinero que te ponen en la caja se pudre contigo. Solo quiero devolverle al Licey la justificación de una palabra clave: Glorioso.
El Escogido es de SID/Bonneti. Gobierno y sector privado al mismo tiempo. Viremos esta cosa nuestra, para sobrevivir. Rompamos paradigmas. Atrevámonos a cambiar. La realidad nos está dando en la cara. Mientras los demás pueden y hacen lo que quieren, nosotros continuamos en cámara lenta, low profile, conservadores.
Dicho está. Ese es mi aporte. De buena fe, sin críticas negativas. Sin ofensas. Sin rencores.
Las acciones y las decisiones no están de mi lado.
Así ayudo a los que quiero y aprecio, y me importan y significan mucho para mí. Nos vemos cuando nos veamos o en octubre en el QQY. Como hace 32 años en el mismo asiento del QQY, màs mis 10 años en Santiago, abonao y forrao de azul (me quemaron una gorra azul en un juego de play off), y si sigo para atrás llegarè hasta a Alonzo Perry en el 51. Como los padres de los directivos actuales. Orgulloso de haber llegado hasta estos límites.
MIGUEL GIL-MEJIA
001-0057412-8
26 de diciembre 2012