PORLAMAR, Venezuela.- A Emilio Bonifacio no le es extraño el ambiente que se vive en el estadio Nueva Esparta en Guatamare, donde se disputa la Serie del Caribe Margarita 2014, gracias a la experiencia que vivió con los Navegantes del Magallanes durante la final de la temporada 2009-2010.
«Eso fue fenomenal», con estas palabras Bonifacio comenzó a recordar sus vivencias con el presente bicampeón de la LVBP, que ahora los enfrenta luciendo el uniforme de sus Tigres del Licey, monarcas de la República Dominicana.
Bonifacio disputó los siete juegos de la instancia final ante los Leones del Caracas y en 32 turnos pegó seis imparables para dejar promedio de .188, con tres carreras remolcadas y nueve anotadas. Pese a que no le fue del todo bien con el Magallanes, el utility dominicano aseguró que fue «realmente una experiencia inolvidable porque conté con el apoyo de una gran fanaticada y que todavía me ven y me tratan con el mismo cariño».
El veloz pelotero lo que más recuerda de Venezuela es la pasión del aficionado, y no es para menos, tomando en cuenta que enfrentó al acérrimo rival del Magallanes. «Desde el primer lanzamiento dejan el alma en los estadios».
Bonifacio, asimismo, ha tenido la oportunidad de compartir hasta con 16 venezolanos desde que debutó en las Grandes Ligas con los Cascabeles de Arizona. Sin contar que en las menores estuvo junto a Carlos González, Alberto González, entre otros.
«Soy un dichoso de haber compartido con muchos venezolanos en mi carrera. Ha sido grata la experiencia. Me siento bastante bien de haber compartido con todos ellos», atizó Bonifacio.
El nativo de Santo Domingo estuvo la temporada pasada con los Azulejos de Toronto pero a mediados de agosto fue cambiado a los Reales de Kansas City, organización en la que jugó con los criollos Alcides Escobar y Salvador Pérez.
«Me ayudaron mucho a establecerme en la Liga Americana», agradeció Bonifacio, una de las principales atracciones de la Serie del Caribe.
Por Victor Miguel Gómez Tovar
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