Elly De La Cruz hizo el trailer de la película con el Licey

SANTO DOMINGO (Licey.com).- El paso de Elly De La Cruz con los Tigres del Licey por la liga dominicana de béisbol otoño invernal incluyó que su primer jonrón en el circuito fue nada más y nada menos que sobre el paredón de los 411 pies del estadio Quisqueya Juan Marichal.

Tal vez fue una premonición, un adelanto, un trailer de lo que el excitante jugador podía hacer en un terreno de las Grandes Ligas. Y hasta ahora ha sido así.

“Siempre estaba observando cómo los veteranos hacían su rutina en el Licey la temporada pasada, se acercaba y me preguntaba sobre muchas técnicas para mejorar y creo que esa hambre de aprender lo llevará a impactar donde quiera que esté”, dice el coach de bateo de los campeones nacionales y del caribe, Edgar Valera.

En 24 partidos, De La Cruz tuvo un porcentaje de bateo de .286 (84-24) con un OBP de .396, .417 de slugging y un OPS de .813. Anotó 19 carreras, remolcó 14 con cuatro dobles, dos triples, su histórico cuadrangular y nueve bases robadas en 13 intentos.

“Es un chico con mucho deseos de crecer y su actitud lo hará llegar bien lejos. Compartir con él ese espíritu de competencia en el camerino del Licey, me transmitía esa energía. Solo espero que tenga mucha salud para que pueda triunfar en las Grandes Ligas”, añadió el capitán azul, Emilio Bonifacio.

El pasado 6 de junio, De La Cruz ascendió a las Grandes Ligas por primera vez con los Rojos de Cincinnati luego de una lesión de Nick Senzel. Fue el quinto pelotero más joven de la Liga Nacional a los 21 años, uno de los campocortos más altos en la historia de la MLB con 6 pies y 5 pulgadas y uno de los peloteros más rápidos del béisbol.

Su compañero de equipo Joey Votto dijo: «Es el mejor corredor que he visto, y tiene el mayor poder que he visto. Y tiene el brazo más fuerte que he visto».

El 7 de junio conectó su primer jonrón en las Grandes Ligas, un batazo de 458 pies. En un juego contra los Bravos de Atlanta el 23 de junio, bateó para el ciclo. Se convirtió en el jugador más joven en hacerlo desde César Cedeño en 1972.

Fue el tercer jugador en la historia de las Ligas Mayores con un ciclo en los primeros 15 juegos de su carrera. Cliff Heathcote lo hizo en 6 y Gary Ward en 14.

El 8 de julio se convirtió en el primer jugador de los Rojos desde Greasy Neale en 1919 en robar segunda, tercera y home en la misma entrada.

Fue el primer jugador de los Rojos en robar tres bases en una entrada en al menos los últimos 60 años. A los 21 años, también es el jugador más joven de cualquier equipo en hacerlo en ese lapso.

El 16 de julio rompió el récord de Statcast de asistencia más rápida en el cuadro interior con un lanzamiento que alcanzó las 97,9 millas por hora.

Registró su quinto cuadrangular de la temporada el pasado domingo. Empató a Barry Bonds en 1986 para la segunda menor cantidad de juegos necesarios para llegar a 5 jonrones y 15 bases robadas desde 1900, alcanzando la marca en el juego número 40 de su carrera. Gary Redus lo hizo en 27 juegos en 1982-83.

Cuando participó en el partido número 30 de su carrera ya se había convertido en el único jugador en la historia de la MLB con 40 hits y 15 bases robadas en sus primeros 30 juegos.

«Desde el principio se notaba que él iba ser especial. El siempre se representa con una humildad increíble y siempre tenía una sonrisa cada vez que llegaba al estadio listo para competir. Con las 5 herramientas disponibles todos los días, era exitoso cada noche para ver cuál iba a utilizar para ganarle al otro equipo. El hacía preguntas durante el juego para conseguir información para formar un plan para competir. La meta era ir al plato con mucha confianza y eso nunca le faltaba» añadió Valera.

El caso de De La Cruz es un claro ejemplo de lo importante que es para el desarrollo de los prospectos pertenecientes a las organizaciones de las Grandes Ligas que estos puedan ver acción en el béisbol otoño invernal de la República Dominicana.

 

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