Una tarde de febrero pasado, Alsina, ingeniero civil de profesión y que de niño fue mascota del equipo azul, llegó hasta donde Noboa, un ex grandes ligas por ocho años como segunda base con las franquicias de Indios, Angelinos, Expos, Mets, Atléticos y Piratas, con el nombre de la persona que él creía era ideal para suceder a su hombre de confianza.

Noboa se quedó con la boca abierta al escuchar el nombre en labios del presidente del Licey, con el cual había intercambiado ideas sobre el futuro inmediato del equipo.

–Pero, presidente, ¿está seguro que ese puede ser? –preguntó incrédulo Noboa, una vez salió del asombro.

–Seguro, ese es –respondió Alsina–. ¿Por qué?

Noboa le dijo que era el mismo nombre que él tenía desde un comienzo, días atrás, pero que no se atrevía a decirlo para que no creyera que había preferencia. De inmediato, decidieron llamar por teléfono a la persona, que estaba a miles de kilómetros, en Arizona (Estados Unidos), en el campo de entrenamientos del equipo de Grandes Ligas de los Cascabeles de Arizona.

–¡Saludos, señor gerente general de Tigres del Li- cey! –le dijo Noboa al interlocutor.

–¡Espera! ¿Cómo así, cómo así? –contestó sorprendido el barranquillero Luis Felipe ‘Pipe’ Urueta, que aunque se desempeña en tal rol desde entonces, solo lo hace en presencia física desde hoy, cuando Tigres del Licey debuta en el estadio Édgar Rentería, de Barranquilla, para una serie inédita de dos partidos frente a la novena local Caimanes.

‘No lo quería perder’: Alsina

‘Pipe’ Urueta llegó al Licey como asistente técnico para la temporada 2016-2017, en que se obtuvo el título 22. En el torneo siguiente, fue ascendido a director técnico, perdiendo la oportunidad de retener el campeonato en el último partido, el 31 de enero pasado, frente a Águilas Cibaeñas, su oponente más fiero en el clásico tradicional de Dominicana.

Parte de la fanaticada ganadora, dicen aquí estimulada por un narrador radial, pidió su cambio.

“Yo valoro el trabajo de ‘Pipe’ como mánager del equipo. De cómo llegamos al último juego nos llenó”, sostuvo Alsina, en entre- vista con este periodista en mayo pasado. “No quería salir de él. Vi sus cualidades y llenaba el perfil para gerente general: muy buena comunicación, buenas relaciones con la MLB y nuestros jugadores lo respetan”.

A su lado, Noboa agregó: “el equipo que va a salir campeón se refleja en el club house. Sus contradictores no lo vieron resolviendo problemas internos. El gran trabajo que hizo en el club house es más importante que afuera. El presidente reconoció el valor de ‘Pipe’ “.

‘El cuarto hijo de Noboa’

En Dominicana dicen que el Urueta, un expelotero de las menores con Arizona y hoy con 37 años, es hijo de Noboa, porque este lo protege y lo promociona en todo. El dirigente dominicano, que fue mascota de Tigres y jugador azul, deja escapar una sonrisa al escuchar ese apelativo.

Actual vicepresidente para América Latina de Arizona, Noboa vinculó al barranquilero como pelotero con esa organización. Luego le costó convencerlo por dos años para que dejara su condición de jugador cuando actuaba en Italia y, más tarde, lo llevó a Dominicana para que trabajara en el cuerpo técnico con la Academia de Arizona. En el 2016 lo propuso como asistente técnico del Licey y en el 2017, como director técnico de ese equipo.

“Me río porque la gente, que dice que es mi cuarto hijo, no lo conoce y no sabe de su capacidad”, manifiesta Noboa. “Cuando él jugaba en Italia le decía que tenía demasiado talento para seguir su carrera del otro lado, ya no como jugador… Estando en otras organizaciones, ‘ Pipe’ nos ayudaba… Y como coach de Triple A nos ayudó a conseguir jugadores”.

Y por si hay alguna duda de la confianza que Noboa tiene en la capacidad de barranquillero, coach del equipo de Arizona en Grandes Ligas, el dirigente dominicano remata de manera certera: “‘Pipe’ Urueta llegará en el béisbol hasta dónde él se lo proponga”.