El único error que cometió el martes el derecho dominicano de los Astros, Cristian Javier, fue botarse un café encima antes de subirse al montículo para medirse con Seattle, en un lugar donde es considerado un pecado.
Javier se negó a cambiarse y decidió lanzar con una mancha marrón en su uniforme. Luego de alcanzar un máximo en su carrera de siete entradas en blanco en la victoria de Houston sobre los Marineros, el diestro debería ponderar botar café como parte de su rutina de aquí en adelante.
“Si va a lanzar así”, dijo el receptor puertorriqueño Martín Maldonado, “debería seguir haciéndolo, ¿no?”.
Javier amplió su racha a 17 entradas seguidas en blanco con su tercera salida consecutiva sin permitir carreras. Hizo 107 pitcheos, la mayor cantidad en su carrera, permitiendo dos hits y tres bases por bolas con seis ponches.
“Es muy importante para mí lanzar profundo en los juegos y mantenerme en ellos, para poder ayudar al bullpen”, dijo Javier. “Es muy importante cuando puedo llegar hasta la séptima entrada. Afortunadamente, he podido ayudar un poco”.
En un total de 20.2 innings a lo largo de cuatro aperturas, Javier tiene efectividad de 0.87 y ha limitado a sus oponentes a promedio de .155. Lleva un WHIP de 0.82.
“Mira lo calmado que luce en el montículo”, dijo el manager de los Astros, Dusty Baker. “Se botó todo el café encima y todo el mundo le decía que se cambiara. Tal vez la próxima vez que lance, se eche café encima de nuevo”.