Chilote y su Combo: “Cóoooooooommo. Y tambièn te dijo "Come arroz con bacalao?". No lo puedo creer..!! Esas son provocaciones para sacarnos de juego. Pero no te preocupes, ahora mismo vamos para donde su jefe Moisés y tú verás lo que va a pasar. Esto no se va a quedar así”
Aunque no lo crean, cosas resumidas en las folclóricas frases e infantiles diálogos anteriores han pasado y se han hecho públicas después de terminada la Serie Final Águilas-Escogido.
Protestas de un lado, desde un nivel muy alto. Repuestas rápidas del otro lado, desde un nivel todavía más alto. Acusaciones del tipo:
Moisès y su Combo: “Y no vamos a decir más nada porque no queremos ofender al Chilote ni a Fermín”.
Y todo este diálogo público e infantil solo motivado porque varios jugadores de ambos equipos mostraron sus emociones en el terreno de juego.
Acaso no es responsabilidad de los altos dirigentes mantener las “cosas del juego”, las “cosas de peloteros y entre peloteros”, mantenerlas, repito, en el terreno de juego? O es que acaso el tiempo y la concentración de esos altos dirigentes no estaría mejor aprovechado dedicándolo a las grandes decisiones y a las grandes estrategias que se requieren fuera del terreno para poder ganar entre los dos líneas de cal que lo delimitan? Nuestro beisbol no es como el de los Estados Unidos.
En un estadio de grandes ligas mientras los jugadores están muy concentrados fríamente en hacer su trabajo en el terreno, el público está tranquilamente sentado viendo pasivamente el espectáculo para aplaudir, de vez en cuando, las buenas jugadas.
Mientras, una suave música de fondo a bajo volumen “ameniza” de vez en cuando el ambiente. Y aquí? Sobre todo con un estadio Cibao o un Estadio Quisqueya abarrotado de público de todos los colores, en una Serie Final, más aún, en un decisivo noveno juego? Acaso es igual que allá? Todos saben que no.
Mientras durante un juego de grandes ligas usted podría, si quisiera, leer un libro con el juego frente a usted, en nuestra liga hay un ambiente muy diferente: un público bulloso e involucrado, metido en el juego, una música ruidosa y unos slogans cuerderos por la bocina del equipo local aún con el juego en marcha, jugadores con la adrenalina alta, profesionales protagonistas del espectáculo pero completamente inmersos en el ambiente.
Acaso no es normal que alguien como Miguel Tejada, con altísimas ganas de producir y de ayudar a su equipo, abre un noveno inning con un valioso hit para mantener vivas las esperanzas, acaso no es normal que al llegar a primera de varios saltos, agite las manos para todos los lados, se agarre la chaqueta y se señale a sí mismo para mostrar su orgullo? Acaso es eso burla?. Nooooooooooooo..!!! Eso es parte del ambiente en que se desarrolla el juego.
Y de su jonrón sobre la verja del left field, acaso Tejada no corrió con el puño izquierdo en alto? Es eso burla? Noooooooo. Es una señal de satisfacción, de alivio y de agradecimiento a Dios por haber logrado, finalmente, lo que tanta lucha le costó.
Acaso no es normal que, con el juego en la línea en los innings finales y el Escogido saliendo de un aprieto con dos ponches consecutivos, acaso no es normal, repito, que el lanzador y el receptor manifiesten sus emociones de más de una manera, con gestos y brincos dirigidos hacia todos lados, y con el lanzador caminando hacia el receptor y, por ende, hacia el bateador? Es eso una provocación o es parte de un juego de nuestra nada fría liga de beisbol? Tenían que vaciarse ambos dugouts por esa situación?. Digamos que no, eso no lo critico.
Lo que critico es que los altos dirigentes maximicen y saquen a la prensa esos detalles típicos de la temperatura imperante en el estadio.
No voy a decir nada para no ofender al Chilote ni a Fermín”. Ahhhh, pues entonces lo directivos rojos creen que esas emociones son mandadas desde el dugout y desde la oficina de las Äguilas? Increíble, no? Acaso cree nadie que, en aquel juego que Rodney, cerrador deluxe del Tampa Bay y del Escogido, perdió el juego en un fatídico inning de varias bases por bolas, acaso alguien puede creer que Fermín le dijo a uno de sus bateadores: “Oye, las bases están llenas, la del empate está en tercera, Rodney está bolero, sé paciente en el plato y déjalo lanzar, y cuando te dé la base, da tres brinquitos, suelta el bate, y antes de correr hacia primera, menea las nalgas y la cintura 4 veces cerca del cátcher”.
Cuanta candidez hay entre nuestros dirigentes. Por Dios señores. Ustedes son mejores de lo que han estado mostrando. Dejen los chismes de comadres para los barrios y actúen profesionalmente, en la victoria y en la derrota.
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