SANTO DOMINGO.- Juan Francisco se colocó justamente debajo del “Monstruo Verde” del estadio Quisqueya, miró hacia arriba y contempló con detenimiento el enorme muro.
“¡Wao!”, exclamó. “Pero es verdad que esta pared está alta y grande. De lejos no se ve así”, observó.
Pero no crean que estaba nada sorprendido de su poder que le ha ayudado a obtener la patente que le acredita como dueño de los 411, como se conoce la verja de viejo parque del ensanche La Fe.
“¿Y cuántos ‘domplines’ fue que me comí ayer (martes) para sacarla por aquí?”, se preguntó Francisco con cara de serio. “Eso fue una palangana que me metí antes de venir al estadio, por eso fue que la saqué”, siguió con extrema seriedad.
Francisco se convirtió el martes en el único jugador con un jonrón por los 411 en una Serie Final cuando se fue profundo con un pitcheo del abridor de los Leones del escogido, Edward Valdez.
Lo novedoso aquí es la instancia de la temporada, pues ese fue el cuarto batazo por esa zona que conecta el temible bateador zurdo. Otros la han sacado por el “Monstruo Verde”, pero ninguno más de una vez.
Para que no queden en shock, el inicialista de los Tigres del Licey realmente no comió los famosos rollos de harina ese día. Su esposa le cocinó pechuga a la plancha con guineíto y él siente que eso ayudó bastante con el batazo.
Es que no le queda de otra que bromear con los domplines, porque realmente no encuentra una explicación sobre la hazaña del martes y sobre los otros tres famosos palos, dos de ellos conectados frente a su actual equipo. “No los busco, no sé cómo salen”, dice. “Solo hago un buen contacto y la bola sale del parque”.
“Es una bendición que Dios me ha dado”.
Francisco recuerda cada batazo por los 411 y a sus respectivas víctimas. Más que eso, el jugador de los Cerveceros de Milwaukee recuerda cada pitcheo.
“Los dos primeros fueron rectas, el tercero un rompiente ante un zurdo y este fue a un ‘back door’ (slider)”, apunta el jugador liceísta. “Está dudoso sobre el batazo, ya que le di a la bola medio descolgado. Sé que le había conectado bien, pero nunca pensé que se iba, los demás sí lo supe de inmediato”.
Juan tiene cuatro de los trece jonrones por el “Monstruo Verde” y dos de los seis que poseen los Tigres.
Increíblemente, no ha visto ninguno de los otros nueve que han salido de otros bates. “Solo he visto los míos”, dice. “Me hubiese gustado ver por lo menos uno para ver qué se siente estar del otro lado”.
Repaso a la historia
El primer cuadrangular que Juan Francisco pegó por los 411 del estadio Quisqueya fue el 18 de noviembre de 2010 vistiendo el uniforme de los Gigantes del Cibao.
El palo se lo conectó al serpentinero Robert Coello, de los Tigres del Licey. El segundo se produjo el primero de diciembre de ese año, también con los Gigantes, a Louis Coleman, de los Leones del Escogido.
El tercero, ya vistiendo el uniforme del Licey, lo disparó el 22 de octubre de 2013 a Jeffry Antigua, de los Toros del Este.
Entre los jugadores que han volado la cerca del prado central del viejo parque se encuentran Dick Stuart, Alonzo Perry, Frank Howard, Bernardo Brito, Raúl Mondesí, Israel Alcántara, Henry Mercedes, Félix José y Henry Rodríguez.
Por Satosky Terrero Galarza
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