COOPERSTOWN, Nueva York — En su turno durante la ceremonia de exaltación del Salón de la Fama de Cooperstown, Pedro Martínez rindió un tributo a la dominicanidad, la misma que tanto destacó en sus días de jugador.
Martínez, los también lanzadores Randy Johnson y John Smoltz y Craig Biggio fueron elevados a la categoría de inmortales del béisbol, el domingo, en una multitudinaria ceremonia en el complejo deportivo Clark de Cooperstown. Es la primera vez desde 1955 que una clase de cuatro integrantes fue electa por la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, por sus siglas en inglés).
La asistencia oficial de 45 mil personas, dada por los organizadores, es la cuarta más grande en la historia del ceremonial del Salón de la Fama, que comenzó en 1939. Por mucho, el acto de este año ha sido el más ruidoso y festivo de todos los tiempos, por la presencia de miles de dominicanos que viajaron desde la isla y ciudades norteamericanas cercanas.
Martínez dividió su discurso de aceptación en dos partes, primero en inglés y luego en español. En varias ocasiones tuvo que detenerse debido a las ruidosas ovaciones de sus entusiastas compatriotas, que gritaban «¡Pedro, Pedro, Pedro!» en los momentos más importantes.
«Muchas gracias a todos, en nombre de la República Dominicana y de Dios. En nombre del béisbol quiero darle las gracias por el apoyo, por siempre estar conmigo y por siempre amarme de la forma en que me han amado y respetado, a mí y mi familia», dijo Martínez.
«Me siento más que orgulloso y comprometido con todos ustedes. Me siento muy agradecido con Dios por darme la oportunidad de representarlos, por representarlos con dignidad», dijo. «Quiero que todos los dominicanos que están aquí, todos los latinos que están aquí, vean que estamos preparando un espacio para los que han de venir en las futuras generaciones», agregó.
Martínez, quien tuvo marca de 219-100 y conquistó tres premios Cy Young durante su carrera de 18 años con los Dodgers de Los Angeles, Expos de Montreal, Medias Rojas de Boston, Mets de Nueva York y Filis de Filadelfia, es apenas el segundo de los más de 640 dominicanos que han desfilado por Grandes Ligas desde 1956 en alcanzar el Salón de la Fama. El primero fue el también lanzador, Juan Marichal, en 1983.
«Pedro es el pitcher más dominante que he visto», dijo Smoltz durante su discurso de aceptación, que fue celebrado por los miles de fanáticos que vinieron detras de Martínez entre dominicanos y norteamericanos, muchos con los colores de los Medias Rojas.
«Estoy extraordinariamente orgulloso de Pedro, viendo por TV la ceremonia de Cooperstown. Le envío un gran abrazo», dijo a ESPNdeportes.com el ex jardinero dominicano Manny Ramirez, quien fue compañero de Martínez por cuatro años en Boston. «Pedro fue un grandioso pitcher, pero mejor compañero y amigo. Cuando llegué a Boston me facilitó la vida. Felicidades Pete», agregó Ramírez.
«Un gran saludo a mi compadre y amigo Pedro Martínez en este gran día para todos nosotros los dominicanos. Estamos orgullosos de tí», dijo el popular bateador designado de los Medias Rojas, David Ortiz. Martínez, Ramírez y Ortiz ayudaron a ganar el campeonato del 2004, cuando Boston quebró una racha de 86 años sin ganar.
República Dominicana, un bitercio insular de 48,000 kilómetros cuadrados, aporta el 17% de los peloteros que juegan en Grandes Ligas y más del 30% de los que militan en las ligas menores. Sin embargo, la nación caribeña que ganó el último Clásico Mundial de Béisbol y es una de las naciones con economías de mayor crecimiento en Centroamérica y el Caribe, sigue siendo uno de los países más pobres del mundo.
«Los dominicanos no hemos tenido esta oportunidad muy a menudo. Este es el chance de dar gracias a Dios por lo que tenemos, lo que seremos, lo que conseguiremos. Este es el momento», dijo Martínez, quien acudió a su cita con la historia vistiendo un traje azul con los escudos de República Dominicana y Estados Unidos en los hombros y una corbata con los colores de la bandera dominicana.
«Quiero ser para ustedes una muestra de esperanza, de fe, de determinación. Alguien que luchó por enseñar los valores que se nos inculcaron en nuestra familia desde pequeño. Una persona que se siente digna de ser dominicana, que se siente orgullosa de su país y su gente. Gracias, muchas gracias», dijo Martínez, provocando una ruidosa celebración de la gigantesca masa dominicana en la instalación.
«De ahora en adelante no quiero que vean al Pedro Martínez que consiguió los números, entró al Salón de la Fama y posee una placa. Quiero que vean en mí e identifiquen la esperanza, la fe, la determinación y trabajo digno. Todos queremos una República Dominicana más digna y más comprometida», dijo.
Martínez es el séptimo pelotero latinoamericano llega a Cooperstown por el voto de los periodistas– también los puertorriqueños Roberto Clemente (1973) y Roberto Alomar (2011), Marichal, el venezolano Luis Aparicio (1984), el panameño Rod Carew (1991) y el cubano Tany Pérez (2000)–, el noveno por jugar en Grandes Ligas (el puertorriqueño Orlando Cepeda fue seleccionado por el Comité de Veteranos en 1999) y el 15to en sentido general.
Los jugadores cubanos Martín Dihigo (1977), José Méndez (2006) y Cristóbal Torriente (2006) fueron seleccionados por un Comité Especial de las Ligas Negras, mientras que tres narradores recibieron el premio Ford Frick; el argentino Ely «Buck» Canel (1985), el ecuatoriano Jaime Jarrín (1988) y el cubano Rafael «Felo» Ramírez (2001).
Martínez agradeció a su familia, compañeros, entrenadores y todas las personas que de alguna manera intervinieron en su carrera. Tuvo palabras de elogios para su madre Leopoldina, su hermana Luz María, su hermano Ramón y su esposa Carolina. También para Felipe Alou, su manager en Montreal; Dan Duquette, el gerente general que lo llevó de Montreal a Boston; Rafael Avila, quien lo firmó a los 16 años para los Dodgers, y Eleodoro Arias, su primer entrenador de pitcheo y quien siguió ayudándolo aún después de ser cambiado por los Dodgers.
«Dios tiene maneras muy exclusivas de hacer las cosas. La llamada de Cooperstown para decirme que había entrado al Salón de la Fama en primera boleta fue el Día de Reyes, el día de los niños. Hoy es el Día de los Padres en la República Dominicana», dijo Martínez.
«Disfruten conmigo del Día de los Padres, disfruten de este momento como un regalo más que Dios les ofrece. Se lo dedico a todos los padres de República Dominicana, incluyendo el mío– Angel Jaime, que en paz descanse– y que se sientan que esto es parte de ellos. Se lo dedico», agregó.
«Gracias por dejarme representarlos», dijo Martínez.
Por Enrique Rojas
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