MAO, Valverde (Licey.com).- Alcibíades Colón se considera un sobreviviente de la tragedia de Río Verde, el accidente aéreo del 11 de enero del 1948 en el que fallecieron los integrantes del equipo de béisbol de Santiago de los Caballeros.
Colón había sido llamado para integrarse al equipo, por lo que viajó desde Mao, su ciudad natal, hacia Santiago, con el propósito de participar en los entrenamientos del conjunto, que tenía previsto viajar a Barahona para una doble cartelera en el marco del torneo nacional de béisbol.
Sin embargo, un día antes de la tragedia, el 10 de enero del 1948, desistió de hacer el viaje. Lo primero era que no tenía ni un centavo en los bolsillos y entendí que no era prudente viajar a una ciudad extraña (Barahona) en esas condiciones, dijo.
Expuso que luego de sopesar la situación, decidió retornar a Mao, lo que hizo aprovechando un empujón o bola que le dio un amigo, debido a que no tenía dinero para el transporte.
Y de esa forma escapé de la muerte, sostuvo Colón, quien luego se convirtió en una de las grandes figuras del béisbol profesional de la República Dominicana.
En la tragedia murieron los 32 miembros de la delegación del equipo Santiago Baseball Club, conformado por jugadores, directivos, fanáticos y los mismos tripulantes.
El avión en que viajaba la delegación se estrelló en espesa zona montañosa de Río Verde, Yamasá, a su regreso de Barahona tras la celebración de los dos partidos programados.
Alcibíades Colón nació el 16 de agosto de 1919 en la sección Los Pretiles, municipio de Mao, provincia Valverde. Formó parte de la selección nacional que conquistó la Serie Mundial Amateur del 1950, celebrada en Managua, Nicaragua. Allí el noroestano bateó para promedio de .386.
Pasó al béisbol rentado en 1951 con el equipo Tigres del Licey, defendiendo siempre el jardín derecho, donde se convirtió en ídolo de la fanáticada azul por su preciso y limpio fildeo, certero y potente brazo y gran bateo. Fue considerado como el guardabosque derecho más productivo y excitante de la década de los años.
En el año 1955, se vistió de gloria al conectar el primer hit bajo luces artificiales, en el moderno Estadio Trujillo, hoy Estadio Quisqueya, dejando impregnado su nombre con tinta indeleble en los libros de récords del deporte dominicano.
Fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en el ceremonial del 1991.
(Primitivo Cadete)