SANTO DOMINGO (Licey.com).-En la actual temporada, el pitcheo ha sido la carta de presentación de los bicampeones nacionales, Tigres del Licey y ha sido la clave que los ha llevado a conquistar la corona en dos campañas consecutivas.
Al adentrarnos a la segunda mitad de la temporada, el pitcheo abridor de los Tigres lidera la liga en efectividad (2.65), WHIP (1.14), FIP (3.18) y AVG (.225). De la misma manera, los relevistas azules también ocupan el primer lugar en ERA (3.01), WHIP (1.01) y AVG (.194).
En estos últimos dos años el trabajo en el montículo se ha dado a notar de la mano del coach de pitcheo, Rafael Chaves, quien ha compenetrado a los jugadores para seguir un mismo plan de trabajo que ha podido destacar frente a todos los rivales de la liga.
“Se trata de trabajar en equipo. Tenemos un plan de día a día basado en quien tenemos disponible y a quien queremos utilizar según los bateadores del equipo contrario. Todo se resume a la preparación y la comunicación con los jugadores, que ellos sepan cuando los vamos a utilizar y que sepan que los ponemos en la mejor posición para que puedan ayudar al equipo a ganar”, dijo Chaves.
Al concluir los primeros 25 partidos de la campaña 2024-25, los Tigres se afianzan en la segunda posición del standing con récord de 14 ganados y 11 perdidos para un porcentaje de .560. El pitcheo ha sido fundamental para que esto ocurra.
“Otorgarle a cada jugador un rol específico ha sido fundamental, sin utilizarlos demasiado para mantenerlos frescos”, agregó el entrenador.
Y es que los azules han sido bien determinantes con el papel que desempeña cada lanzador, arriesgándose a hacer cambios que han beneficiado al equipo.
Es el caso del veterano Jairo Asencio quien ha mostrado gallardía en el séptimo episodio. Desde que tiene este rol, sólo ha permitido una carrera limpia en nueve oportunidades para un promedio de 1.00. Ha ponchado a ocho y tiene un WHIP de 0.77.
Por otro lado, Jean Carlos Mejía ha estado fungiendo como cerrador de los Tigres con un WHIP de 0.70, ocho ponches y 4.00 de efectividad en nueve entradas.
“No fue una decisión fácil porque sabemos que Jairo ha sido un pilar del equipo y se merece un respeto que se ha ganado. Por las situaciones que se presentan, entendimos que era el momento de darle la oportunidad a alguien más en la novena entrada y Jairo ha hecho sus propios ajustes que le están dando muy buenos resultados”, dijo Chaves.
“JC ha hecho un trabajo magistral y he tenido conversaciones con él sobre lo que es lanzar la novena entrada y la memoria corta que debe tener un cerrador, que si algo pasa hoy no puede retenerlo para el próximo partido. Un cerrador debe olvidar rápido”, agregó.
En el caso de los lanzadores importados, Chaves asegura que se encarga de comunicarles que en esta liga cada día se juega como si fuera el último de la Serie Mundial: “No hay espacio para titubear, porque la mentalidad es ganar todos los partidos.”
Para el coach boricua no es suficiente y siempre busca mejorar lo necesario para que el Licey se mantenga en la cima, consolidándose como el mejor equipo de la primera mitad de la campaña en el departamento de pitcheo.