TAMPA, Fla — Justo seis meses después de aquel fatídico 20 de agosto de 2012, Michael Pineda espera dar borrón y cuenta nueva en los entrenamientos primaverales de los Yankees de Nueva York.
El lanzador dominicano de 24 años, quien por mucho tiempo fue considerado uno de los mejores prospectos de Grandes Ligas, no refutó los cargos presentados en su contra por haber conducido en estado de embriaguez, por lo cual recibió una multa de $500 dólares y un año en probatoria.
«Cometí un error que me ha dolido mucho y me siento muy avergonzado y lo que hay que hacer es aprender de los errores para no volver a cometerlos y seguir trabajando duro», dijo Pineda antes de su último día de lanzamientos durante las prácticas de bateo en Steinbrenner Field.
El espigado lanzador de 6 pies 7 pulgadas fue parte integral del intercambio con los Marineros de Seattle que involucró a uno de los mejores prospectos en la finca de los Yankees, el receptor venezolano Jesús Montero, y al lanzador Héctor Noesí.
El acuerdo ha sido uno de los más criticados entre los negociados por el gerente general Brian Cashman los últimos años, principalmente debido al hecho que Pineda sufrió un desgarre de cartílago en el hombro que lo mantuvo fuera de acción la pasada temporada.
Sin embargo, el derecho dominicano afirmó que la cirugía fue todo un éxito y que no hay duda que vestirá el uniforme rayado esta campaña.
«Tenía temor porque nunca me había sometido a una cirugía, pero todo quedó al 100 por ciento. Me siento sorprendido [con la recuperación] porque pensaba que iba a ser algo más frustrante, pero me siento súper bien y contento de que estoy de vuelta y soy el mismo Michael Pineda de siempre», afirmó.
Pineda añadió que ha participado en varias sesiones de bullpen de 25 lanzamientos, y que está programado para aumentar a 30 lanzamientos la próxima semana, además de iniciar su trabajo en rectas y cambios.
«Es un proceso que toma tiempo, y aunque me siento bien, tengo que llevar la serie de lanzamientos poco a poco».
Los Yankees anticipan poder contar de lleno con Pineda para el verano, aunque no ha habido confirmación absoluta de una fecha de regreso.
Lo que sí está confirmado es el número que vestirá el dominicano el día de ese añorado debut en la lomita, el 35, o como lo denominó el mismo Pineda: «¡El número del caballete!»
«Cuando me dieron ese número me sentí muy contento, de un pitcher como Mike Mussina, tremendo lanzador que se retiró con honores, ganando 19 juegos, que no todo el mundo lo hace», dijo Pineda frente a su vestidor, ya decorado con el afamado 35 que le perteneció al «Moose». «Tengo un número de respeto y tengo que hacerlo como él lo hizo» añadió.
Todas las expectativas en los entrenamientos primaverales de 2012 eran que Pineda se instalaría cómodamente en uno de los puestos designados en la rotación de abridores… y ya sabemos en qué culminaron esos sueños.
Pineda espera que este verano, quizás poéticamente contra los Orioles de Baltimore, donde Mussina sigue siendo materia de leyenda, suba un nuevo 35 al montículo.
Y esa vez para quedarse.
Por Marly Rivera
Espndeportes.com
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