Por DiMaggio Abreu Peralta
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SANTO DOMINGO (Licey.com).- Doña Chela Escorbore lleva 33 años como asidua a los partidos que los Tigres del Licey disputan en el Estadio Quisqueya Juan Marichal. Su presencia en el vetusto parque no se limita a disfrutar de las buenas acciones o sufrir los percances de su amado equipo.
En cada jornada del Glorioso conjunto azul, doña Chela se presenta con una cartera repleta de dulces y golosinas (chiclets, mentas…) que obsequia en persona a los propios jugadores cuando pernoctan en el dogout, por cuanto, los más veteranos la conocen en demasía.
Es por eso que los principales jugadores, encabezados por el capitán Emilio Bonifacio, Hanley Ramírez, Juan Francisco, Esmil Rogers y los coaches Ronnie Belliard y Vladimir Pérez, entregaron el obsequio con que el Licey le rindió un homenaje antes del partido contra los Gigantes del Licey la noche del miércoles 18 de diciembre.
“Demasiado grande”, atinó a decir la dama cuando se le inquirió, qué le había parecido la sorpresa, ya que estaba ajena a que recibiría un reconocimiento. Solo se le dijo que la llevarían al terreno para que entregara sus dulces en persona a los jugadores.
Una camiseta en un gran marco con las emblemáticas cinco letras (Licey), que mostrará en su hogar como un tesoro, mide el aprecio con que los Tigres rindieron homenaje a la dama que durante 33 años lleva cmo abonada en los palcos A, en los asientos ubicados sobre el dogout azul.
La dama también hizo el lanzamiento de honor, que recibió el capitán Bonifacio. Estuvo acompañada de sus hijos Willy y Monchín Paredes, que sí sabían en qué consistía el homenaje.