Por DiMaggio Abreu Peralta
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SANTO DOMINGO (Licey.com).- Consciente de que su labor en la liga invernal dominicana lo puede ayudar en la meta de alcanzar las Grandes Ligas, el zurdo Sandro Cabrera busca aportar a los Tigres del Licey, al tiempo que mejora en su rol de lanzador situacional.
El nativo de la Capital, 24 años, que en el verano jugó en tres niveles de las Ligas Menores, el superior en Doble A, expresó que tiene que seguir trabajando en enfrentar con efectividad a los zurdos, que es la tarea asignada por su organización Gigantes de San Francisco, la que lo firmó en 2014.
“Yo espero seguir apoyándolo (al Licey) y dar todo por el todo aquí, porque esto me va a ayudar mucho para el año que viene ayudar a los Gigantes de San Francisco, porque estoy listo ya”, le confesó a Rafael Díaz en la antesala de televisión de los Tigres.
El chico de 6’2” de estatura y 195 libras comenzó su carrera como lanzador abridor, lo pasaron a relevista largo y este 2019 lo reubicaron para enfrentar a bateadores zurdos en condición situacional, y aseguró que los sacó de out fácilmente en los Estados Unidos.
Cabrera expresó que con el cambio de rol tiene que seguir trabajando, pues estuvo batallando en las Menores, pero que ya se siente como si hubiese lanzado toda su vida por el lado del brazo y que estpa preparado ya para las Grandes Ligas.
“No me ha afectado, sino que me ha convenido, porque lo único que tuve fue un pequeño desajuste en la mecánica, pero eso es normal, porque es mi primer año lanzando así y fui efectivo en los Estados Unidos y aquí también se están viendo los resultados”, respondió Cabrera a la pregunta, en qué le ha afectado el cambio de ángulo.
Sostuvo que el manager del Licey le ha dado la confianza para enfrentar a bateadores zurdos, a lo que él busca responderle. Dio que lo ha colocado hasta con las bases llenas, nunca sin nadie en circulación.
Este 2019, el zurdo trabajó en 31 partidos. 25 fueron con el equipo Augusta, Liga del Atlántico Sur, Clase A; uno con 2.0 entradas y victoria con San José, Clase A avanzada, Liga de California; y cinco en Doble A, Liga del Este, con Richmond.
Tuvo marca de 4-2 en ganados y perdidos, ocho juegos salvados, efectividad de 2.89. En 53.0 entradas ponchó 78 rivales, permitió 42 hits, solo tres jonrones, 17 carreras limpias, dio 30 bases por bolas, golpeó seis, la oposición le bateó .214 y el WHIP 1.36.
