Sanción Offerman cumplirá tres año

 

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SANTO DOMINGO.-El próximo mes se cumplirán tres años que José Offerman agredió al árbitro Daniel Rayburn y todavía el ciudadano ex jugador espera por una condena definitiva que le permita continuar en los afanes del béisbol profesional, su medio de sustento, pues lamentablemente el hombre ni es ingeniero, ni médico y mucho menos artista.

 

 

 

No hay que entrar en polémica sobre si el tristemente recordado árbitro se lanzó al piso la noche del 16 de enero cuando trabajaba en la inicial en el choque que disputaban Tigres de Licey y Gigantes del Cibao y fue en “auxilio” de su compañero del plato Jason Bradley en momentos que la discusión se encendió y él (Rayburn) trató de apagar el fuego con gasolina.

 

 

 

Offerman tuvo una muy pobre reacción no digna de la posición que en el momento ocupaba como piloto del conjunto azul y jamás quienes sean respetuosos de las leyes-, vaya casualidad que en este país se violan constantemente- podrían salir en su defensa, pues violentó preceptos establecidos desde el nacimiento de los deportes profesionales.

 

 

 

Sin embargo, lo que a tres años de distancia no le encontramos justificación es que todavía no se conozca una sanción definitiva al antiguo jugador y que todo se quede en “suspensión indefinida” una figura que suponemos no forma parte de los estatutos de la  Liga Dominicana de Béisbol Profesional.

 

 

 

Con esa sanción el antiguo bigleaguer podría ser instalado esta misma tarde, pero también podría ser una sentencia vitalicia.

 

 

 

Pienso que Offerman, como muchos otros en el mundo, y República Dominicana no es la excepción, debe recibir la oportunidad de rehacer su trayectoria deportiva, pues se trata de un jugador que siempre vistió la franela de su equipo local sin importar que en un momento jugó un rol estelar en Las Mayores, defendió los colores nacionales en competencias caribeñas y su actual impedimento no sólo le evita seguir ganándose el sustento de los suyos y aportar sus conocimientos sino que también le dejaría fuera del Pabellón de la Fama aun cuando tuvo una carrera con méritos competitivos de sobra para estar en ese lugar junto a otros de sus colegas.

 

 

 

El béisbol y el deporte en general tienen un amplio historial de atletas que ha cometido agresiones contra árbitros y rivales, pero no recordamos una sanción como la tomada contra Offerman.

 

 

 

Podemos citar como uno de los acontecimientos más conocidos el escupitajo de que fue objeto el árbitro John Hirschbeck de parte de Roberto Alomar el 27 de septiembre de 1996 en partido disputado entre Azulejos y Orioles.

 

 

 

Escupir a alquien es una de las acciones más degradantes y de seguro que si se realizara una encuesta el 90 por ciento preferiría recibir una trompada de Offerman.

 

 

 

Alomar fue suspendido por cinco juegos fue criticado y satanizado, pero continuó con su carrera y hoy tiene una placa en Cooperstown.

 

 

 

El 23 de diciembre del año pasado en el Universitario de Caracas, el receptor Yorvit Torrealba, de los Leones, golpeó al árbitro Darío Rivero Jr. en desafío contra a los Caribes de Anzoátegui.

 

 

 

Torrealba fue sancionado por 66 partidos y reanudó su actividad como pelotero,.

 

 

 

El jardinero Delmon Young después de un ponche en un juego de Ligas Menores discutió con el árbitro y cuando marchaba hacia la cueva lanzó el bate que golpeó al principal a la altura el estómago. El temperamental jugador recibió su sanción, continuó su carrera y ustedes le han visto como jugador importante de los monarcas de la Liga Americana, Tigres de Detroit.

 

 

 

Atletas dominicanos se han visto envueltos en reyertas en escenarios deportivos de las disciplinas que practicaban, fueron sancionados y continuaron para posteriormente llegar al Pabellón de la Fama.

 

 

 

¿Es Offerman el único que no merece una oportunidad?

 

 

 

Pienso que la Federación Nacional de Peloteros Profesionales y los Tigres de Licey, las organizaciones a las que pertenecía el manager al momento de la agresión, no han sido todo lo diligente que debían con el asunto para exigir una sanción definitiva, no indefinida, pues estoy seguro que si fuera el sindicato de MLB, siempre nos gusta imitar a los gringos, ese pleito se hubiera echado en cualquier instancia.
 
Por Rolando Guante
reportedelasmayores@hotmail.com

 

 

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