El coach de bateo de los Marlins, Eduardo Pérez, ha estado trabajando individualmente con el dominicano Hanley Ramírez durante las prácticas de bateo desde el inicio de la serie frente a los Astros de Houston. Al parecer, las instrucciones dieron por fin sus frutos.
Ramírez, que estaba en un letargo ofensivo antes de comenzar el encuentro del sábado cuando bateaba .162, sumó tres imparables en este choque y remolcó una carrera. En los primeros nueve partidos de la temporada el dominicano presentaba un pobre average de .206.
En el encuentro del domingo volvió a florecer con el madero al conectar de 5-4, con tres impulsadas, un jonrón y su promedio ofensivo llegó a 282.
Ramírez despertó en estos dos últimos choques, pero debemos recordar que su bajo rendimiento fue una de las causas del inicio incierto de los peces al dejar a muchos hombres en las bases.
El antesalista es el tercer bate del equipo y antes de que él ocupe su turn
o pasan por el plato sus compatriotas José Reyes y Emilio Bonifacio, dos hombres que se embasan con frecuencia. Pero hasta ahora, en la mayoría de los casos se han quedado esperando el remolque.
Antes del encuentro dominical, Ramírez bateaba sólo cuatro imparables en 21 turnos con hombres en posición anotadora. Si el dominicano comienza a producir como lo hizo en este fin de semana, los Marlins deben levantar en la tabla de posiciones y mantenerlo como tercero en la alineación. Pero si esta reacción ofensiva no tiene continuidad en los siguientes juegos creo que sería apropiado mover a la posición de tercer bate al hombre que más produce en el ataque marino, el venezolano Omar Infante.
Al menos de manera provisional hasta que Ramírez comience a producir de manera sostenida, como se espera de este talentoso jugador.
El bateo de la mayoría de los jugadores de los peces que están en la alineación regular, y en especial de su tanda del medio, sigue sin producir. Los Marlins necesitan anotar más carreras para respaldar a sus lanzadores. Si no se anota, no se gana.
Después de finalizar el partido del domingo, además de Ramírez con promedio de .282, Reyes bateaba para .238, Giancarlo Stanton .229, Gaby Sánchez .189, Brett Hayes .143, Chris Coghlan .150 y el receptor John Buck .214.
Hanley suma ahora siete carreras impulsadas y con seis está Omar Infante.
Con cuatro remolcadas se encuentran Buck, Stanton, Sánchez y Morrison. Los tres bateadores que superan la marca de los .300 son el venezolano Infante con .343, Morrison con .320. y el dominicano Bonifacio con .316.
• El pitcheo abridor de los Marlins con la excepción de su estelar Josh Johnson ha trabajado de manera eficiente. Las derrotas del equipo han sido motivadas en especial por la pobre ofensiva de sus toleteros y una deficiente labor de relevo, en especial del relevista Edwar Mujica y del cerrador Heath Bell. Los venezolanos Carlos Zambrano y Aníbal Sánchez, así como Ricky Nolasco, han tenido buenas actuaciones.
La labor de Bell ha sido decepcionante. El hombre encargado de apagar el fuego para los peces lanza para una efectividad de 12.00 y tiene dos derrotas en siete entradas de labor. El derecho no ha cumplido con la importante misión de salvar juegos. Más bien, los ha regalado.