PEORIA, Arizona.- El jardinero prospecto de los Padres, Rymer Liriano, tiene apenas 20 años de edad, pero el dominicano habla de su adolescencia como si hubiera sido hace mucho tiempo.
Dice que su historia es una bien común. Los Padres también conocen la historia de Liriano. El club de San Diego también sabe que este muchacho tiene el potencial para ser la cara de la franquicia en el futuro.
«Han pasado muchas cosas y aprendes de todas», expresó Liriano. «Aprendes o te quedas atrás. He conocido a peloteros que son mayores que yo pero que nunca entendieron eso y se quedaron atrás».
Liriano, quien ocupa el No. 60 en la lista de los mejores 100 prospectos de MLB.com, era un adolescente con un físico de buen tamaño quien amaba el béisbol tanto como la mayoría de los jovencitos en la República Dominicana.
Al igual que muchos adolescentes en la isla, Liriano comenzó a trabajar con un «buscón», como le dicen allá a los escuchas y agentes. Por dos años se entrenó con el buscón, ganando peso corporal y trabajando en las habilidades del béisbol.
Tuvo su primer «tryout» o prueba para equipos de Grandes Ligas cuando tenía casi 15 años y las audiciones continuaron por cerca de dos años más, hasta que firmó con los Padres por $300,000 en el 2007 a la edad de 16 años. Liriano también se probó para los Reales, Medias Rojas, Dodgers, Rays y Yankees.
Los Padres quedaron bien satisfechos con lo que vieron de Liriano y le hicieron la mejor oferta. Para el 2008, ya entrenaba en la moderna academia del club y jugaba en la Liga de Verano Dominicana (DSL). Para el 2009, Liriano ya jugaba en los Estados Unidos en la Liga de Novatos de Arizona.
«Tiene la oportunidad de convertirse en un jugador franquicia», coincidió Randy Smith, vicepresidente de desarrollo de jugadores y búsqueda de talento internacional. «Es un pelotero de cinco herramientas quien juega bien duro al béisbol. Ha sido divertido verlo crecer».
El crecimiento es clave para Liriano.
En 2010, Liriano jugó en tres niveles diferentes en ligas menores, combinándose para un promedio de bateo de .231 con 31 bases robadas y 59 carreras anotadas en 117 juegos para Clase-A Eugene, Clase-A Fort Wayne y Clase-A Avanzada Lake Elsinore.
Sus números sólo mostraron parte de su historia.
«Para él, lo importante siempre ha sido desempeñarse de acuerdo a sus habilidades y eso sucedió el año pasado», dijo Smith. «Es un tipo que se exige mucho y espera mucho de él y está luchando para ser mejor. Le tomó tiempo tener eso bajo control».
La temporada pasada, Liriano tuvo un promedio de bateo de .127 para Lake Elsinore pero fue enviado de regreso a Fort Wayne, donde eventualmente bateó para .319 en 116 encuentros para los TinCaps. Liriano denominó ese descenso como otra experiencia para aprender.
«Batallé en el arranque de la temporada pero me sentí bien. Trabajé duro en las prácticas de bateo y pensé que iba a estar bien», manifestó. «Traté de convencerlos de que todo estaba bien pero era su decisión. Sabía que podía hacerlo pero regresé y jugué lo mejor que pude».
El joven jardinero admite que a veces la impaciencia lo vence pero entiende que convertirse en un ligamayorista no sucede de la noche a la mañana. Liriano quiere estar en el roster en el Día Inaugural pero sabe bien que todavía necesita desarrollarse como pelotero.
Más jugadores como Liriano podrían llegar muy pronto. Los Padres continúan buscando talento en Latinoamérica y están desarrollando jugadores en su academia en la República Dominicana. Desde que su nueva academia abrió sus puertas en el 2008, nueve prospectos que han entrenado ahí, incluyendo Liriano, han llegado a formar parte del roster de 40.
Por Jesse Sanchez
MLB.com
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CREDITOS DE LA FOTOGRAFIA
San Diego Padres Photo Day
Rymer Liriano #62 of the San Diego Padres poses for a portrait during a photo day at Peoria Stadium on February 27, 2012 in Peoria, Arizona. (February 26, 2012 – Photo by Rich Pilling/Getty Images North America)