SANTO DOMINGO (Licey.com).- A pesar de conseguir ya un par de cuadrangulares en una liga que no se caracteriza por los batazos sobre la cerca, la mente de Roman Quinn está puesta en otra cosa a la hora de pararse en el plato.
“Solo estaba tratando de hacer swing para hacer contacto, creo que tuve suerte. Lo que quiero es embasarme para el equipo”, declaró al ser entrevistado por Sussy Jiménez para Licey TV luego de la victoria por 2-1 el pasado miércoles sobre los Gigantes del Cibao en el estadio Julián Javier de la ciudad de San Francisco de Macorís.
En ese partido, que terminó con pizarra de 2-1 a favor de los Tigres, Quinn bateó de 4-2, incluyendo un cuadrangular con tres robos de base y anotó las dos vueltas del Licey.
“Es una buena experiencia jugar en esta liga, hay una gran competencia, los bateadores y los lanzadores son muy buenos” agregó el jardinero de 22 años nativo de Port. St. Joe, Florida.
En 14 partidos en los que ha participado, el jugador de 5-10 y 170 libras presenta un promedio de bateo de .254, fruto de 15 hits en 59 veces al bate.
Compila 12 carreras anotadas, dos triples, dos jonrones, seis remolcadas, cinco robos de base, tres bases por bolas y 17 ponches.
El bateador ambidextro presenta sus mejores averages al bate frente a los lanzadores zurdos (.296), en los partidos como visitante (.290) y con corredores en base (.308).
El ex torpedero convertido en jardinero y que pertenece a los Filis de Filadelfia, encabeza a los Tigres en carreras anotadas, triples y bases robadas. Es segundo en total de bases (25) y tercero en cuadrangulares (2).
Por Alex Rodríguez