SANTO DOMINGO (Licey.com),-El torpedero Willy Adames, de los Stone Crabs de Charlotte (TB), fue seleccionado como bateador de la semana del periodo correspondiente del once al diecisiete de mayo en la Liga Estatal de la Florida, Clase A.
Adames es el segundo jugador del Licey en ganar dicho premio en esta temporada luego de que el derecho Edison Frías, de los Jethawks de Lancaster (Hou), en Clase A en la primera selección de este año correspondiente al mes de abril del 9 al 19.
Fue adquirido por los Rays de los Tigres en el cambio de David Price en julio pasado y está mostrando el por qué Tampa Bay pensó lo suficiente para interesase en el prospecto.
Después de su mejor semana en Clase A avanzada de Charlotte, el joven de 19 años, tiene su promedio por encima de la línea de .300 por primera vez esta temporada y tiene un 0,817 OPS.
Aunque no es necesariamente incluido el renglón ofensivo para dicha selección, vale la pena señalar que Willy participó en una triple matanza en el primero de un doble juego, el miércoles pasado, en el que se fue de 3-1, con su carrera impulsada (14) en la blanqueada 5-0 que Charlotte (Tampa Bay) propinó a Clearwater (Filadelfia).
El triple out fue en la parte baja del cuarto. El primer bateador, Andrew Pullin, se embasó por error en fildeo de Adames. Andrew Knapp caminó por bolas. El tercer bateador del episodio, Dylan Cozens, disparó línea que capturó el siore Adames, quien tiró al primera base Mike Marjama, que le devolvió al dominicano, para poner fuera a Pullin y completar la triple jugada.
En un segundo juego y victoria 1-0 de su club, el pick número uno del Licey en 2014 se fue de 2-0 (.278). Actuó en un doble play. El sábado pasado en la casa de la sucursal de San Luis, bateó de 5-4, con anotada y tres remolcadas.
En los últimos diez juegos batea de 34-13, con seis carreras anotadas, un jonrón, seis remolcadas, cinco bases por bolas, siete ponches y un robo para .382 de promedio al bate. En 33 juegos va de 125-38 (.304), con 20 carreras, siete dobles, quince bases por bolas, 39 ponches, dos bases robadas.
Por Alexander Gómez