Por Alexandro Rodríguez Escarraman
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SANTO DOMINGO (Licey.com).- La larga espera de Marco Hernández para volver a un terreno de béisbol parece que se acerca a su final.
El jugador del cuadro de los Medias Rojas de Boston no ve acción desde el tres de mayo del 2017, fue sometido a un par de operaciones del hombro, pero está a punto de regresar al campo de juego.
“Ahora estoy preparado para jugar en Fort Myers en los campos de entrenamiento extendidos y luego voy a clase A por unos cuantos días”, dijo el jugador al ser entrevistado por Junior Pepén para el programa de radio Grandes en los Deportes que se transmite por Escandalo 102.5 FM
Hernández pertenecía originalmente a los Cachorros de Chicago antes de ser el jugador nombrado más tarde en el cambio que llevó a Félix Doubront a ese equipo en el mes de agosto de 2014.
“Es un proceso, primero jugar nueve entradas, después en unos cuantos días seguidos para que el cuerpo se acostumbre. Pero tengo lo más importante que es la salud, lo otro lo sé hacer”, añadió el nativo de la ciudad de Santiago de los Caballeros.
En 2016 apareció en 40 partidos en el equipo de Liga Mayor y acumuló un porcentaje de bateo de .294 con un cuadrangular y cinco empujadas tras acumular una línea estadística de .305/.330/.454 con nueve jonrones y 53 empujadas entre triple A y doble A en el 2015.
Sin embargo, en 2017 apenas apareció en 21 partidos con los Medias Rojas (.276-0-2) y fue sometido a una operación en el hombro izquierdo. Se perdió toda la campaña de 2018 cuando tuvo que ser operado otra vez del mismo sitio.
“Dependiendo de cómo vaya en la asignación en las ligas menores creo que posiblemente para mediados de mayo o principios de junio pueda estar en las Grandes Ligas. Debo tomar los turnos necesarios en las ligas menores”, agregó Hernández.
Dijo que durante el tiempo de recuperación nunca bajó la cabeza ni dejó de trabajar ya que sabía que tenía que hacer el doble de esfuerzo para poder volver a jugar.
“Las operaciones fueron para estabilizar el hombro, para que no se mueva. No creo que haya nacido con eso. Fue de un año a otro que se empezó a salir solo. Tal vez al recibir golpes deslizándome en el terreno y haciendo el swing se fue desgarrando. Nunca me había pasado”, agregó.